5 formas de hacer una pregunta en clases (con confianza)

Los estudiantes en el salón de clases pueden, a menudo, sentir presión por su desempeño. Aunque pueden pedir ayuda si no entienden el material, pueden reprimirse de pedirla y tratar de hacer el trabajo por sí solos. Esto es aún más común entre estudiantes desafiantes. Sin embargo, esto puede limitar el progreso. Creo que lo mejor que puede hacer un estudiante es hacer preguntas y hablar en clase, aunque sea difícil. Estas son 5 formas en las que un estudiante puede obtener ayuda en el salón sin sentir vergüenza.

El “preguntar a un amigo” 

Puede ser útil acudir a un compañero de clases para preguntarle la respuesta si el estudiante tiene miedo de hacer una pregunta en frente de toda la clase. Esta técnica puede ayudar a los estudiantes a obtener la información que se perdieron, incluso fuera del salón. Este método también disminuye la presión que el estudiante siente si no tiene la confianza necesaria para preguntarle a su docente cuando está en un salón lleno de compañeros. Si el estudiante hacer la misma pregunta dos veces, puede usar este método y minimizar las interrupciones en la clase.

Una buena forma de pedirle a un vecino en el salón es usar una voz baja para no provocar una distracción en clases. De forma alternativa, el estudiante puede esperar hasta que termine la clase si no quiere desviar su atención de la lección, o si los vecinos no son particularmente útiles. Preguntarle a un compañero fomenta la comunicación, las relaciones y el aprendizaje entre los estudiantes y sus compañeros de clases.

 

La pregunta rápida

 

Una forma útil de hacer una pregunta es hacerla rápida, justo en el momento en que el estudiante siente que no entendió. Considero que comenzar con una pregunta de “quién”, “qué”, “cuándo”, “dónde” o “por qué” es algo muy eficiente y va al punto sin que el estudiante sienta la necesidad de explicar por qué no está entendiendo algo. Las preguntas de este tipo pueden simplificar y reducir el proceso por el que pasa el estudiante para formular la pregunta, e idealmente obtienen una respuesta más inmediata del docente. Además, le quita el protagonismo al estudiante y lo dirige específicamente a la pregunta en cuestión.

 

Puede ser útil escribir primero la pregunta para que sea específica y clara. También, plasmarla en papel significa que el estudiante puede seguir escuchando sin fijarse en su pregunta.

 

 

El ejemplo

 

Pedir un ejemplo ayuda a los estudiantes a tener una segunda oportunidad de aprender un concepto que quizás no entienden en la clase. Este tipo de pregunta es ideal cuando el estudiante no entiende la aplicación de un método presentado por su docente. Usar más ejemplo le da al docente la oportunidad de presentar el material de una forma diferente y entendible, que pudiera conectar con algunos estudiantes que no lo captaron a la primera.

 

Por ejemplo, un estudiante puede hacer una pregunta de este tipo diciendo: “Creo que no entiendo cómo funciona este concepto. ¿Puede darme un ejemplo para ayudarme a visualizarlo?”. O quizás: “¿Existe otra forma de explicar este tema?”. Ambas formas de la pregunta pueden generar una respuesta única de parte del docente, y pueden ayudar al estudiante a entender bien y retener un concepto.

La comparación (también conocida como el ejemplo reverso)

La comparación es similar al ejemplo; esencialmente, la comparación es que el estudiante dé su propio ejemplo para probar si entendió correctamente el concepto. Si la comparación o el ejemplo del estudiante no son correctos, el docente puede entonces analizar la equivocación y corregir la comparación del estudiante. Esto lleva a un entendimiento más completo de la materia. Lo bueno de probar el conocimiento en clase es que desarrolla un diálogo entre estudiantes y maestros. También, hace que los estudiantes piensen de forma creativa y tomen mejores decisiones, ayudándoles a superar el sesgo por el efecto marco.

Si bien este tipo de preguntas pueden ayudar a los estudiantes nerviosos, a menudo solo son usadas por estudiantes que ya se sienten cómodos haciéndoles preguntas a sus maestros. Por eso, esta forma de pregunta pudiera no ser la primera elección de un estudiante que tiene reservas o timidez a la hora de hablar en clases. Usted puede incorporar este método después de que un estudiante haya practicado hablar en público durante una discusión en el aula.

La pregunta después de clases

Que el estudiante haga su pregunta fuera de clases es, quizás, la mejor estrategia para ayudar a un joven a superar la timidez en el salón. Esta estrategia le da al estudiante la oportunidad explicar lo que no entiende en un ambiente abierto, fuera del escenario normal del salón. El beneficio de esta estrategia es que los estudiantes pueden hacer preguntas cuyas respuestas necesitan más tiempo. La desventaja es que otros estudiantes que pudieran tener la misma pregunta no escucharán la respuesta del docente. En este caso, pudiera ser beneficioso abordar los puntos principales de esta conversación privada en la próxima clase, en caso de que esto pueda ayudar a otros estudiantes.

Un buen enfoque es hablar con el instructor inmediatamente después de la clase, con una lista de preguntas escrita por el estudiante. De forma alternativa, los estudiantes pueden organizar una reunión fuera de clases, durante las horas de atención de la oficina del docente, para hacerle más preguntas. Este método es ideal para solucionar problemas más complejos de entendimiento del material presentado en la clase.

Reflexiones finales

Los estudiantes deberían, siempre, sentirse cómodos de pedir ayuda en el salón, pero el no lograrsuperar su orgullo y timidez pudiera limitar su desarrollo. La buena noticia es que existe más de una forma de hacer una pregunta valiosa, así que los estudiantes pueden experimentar para definir qué método les funciona mejor. ¡Enséñeles estas estrategias a sus estudiantes para que puedan aprender más hoy!

 

Biografía del Autor:

Andy Earle es un investigador que estudia la comunicación entre padres e hijos y las conductas de riesgo de los adolescentes. Es el cofundador de talkingtoteens.com y anfitrión del  podcast Talking to Teens, un programa de entrevistas semanal gratuito para padres de adolescentes.

 

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